todo el mundo me observa...

todo el mundo me observa...
pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

jueves, 19 de agosto de 2010

Su falta de retórica me da flojera

Lo siento pero es verdad.

Es un medio fascinante, lástima que quienes hacen vida en él no lo sepan; con el paso del tiempo son contados quienes tienen algo bueno que decir, y cada vez son menos los espacios radiales que tienen algo bueno para escuchar.


Poco a poco la sutileza con que debe ser redactado un mensaje publicitario para radio ha sido olvidado, hasta llegar a lo común y poco retórico, a lo de oficio, lo que aburre y no persuade al usuario o usuaria de las frecuencias moduladas o amplitudes moduladas; los profesionales de la voz están dejando de lado el arte de la seducción por el canibalismo de la venta.


¿Qué dirían los sofistas, quienes manejaban el lenguaje para conmover haciendo uso de la verdad y el conocimiento, de los actuales locutores o locutoras que ejercen sin manejo alguno de la retórica?; pobre Sófocles, pobre de los miembros de la escuela socrática quienes veían en la retórica no un simple juego de palabras sino una búsqueda de la verdad en forma estética, haciendo uso de lo que en nuestro tiempo conocemos como figuras literarias.

La palabra no debe ser considerada como un simple pretexto para comunicarnos, debe ser tomada en cuenta como el centro de importantes discusiones sobre las sensaciones; para los impulsadores de compras hablar debe significar hacer, una acción que debe llevar al aumento de ventas de un producto, solicitud de servicio o lo que sea que se anuncie en un espacio de radio.


Es entonces la retórica una ventana abierta para, generar acciones y trascender el lenguaje a través de significaciones, para hacer que las palabras vayan más allá del simple concepto y definición, para jugar con los sentidos de quienes les escuchan y llegar finalmente al sentimiento del ser humano, que determinan en muchos casos acciones emocionales superiores a la razón.

Primero pienso, luego existo

El universo y sus cosas.

Fue la creación de una escritora que se encontraba desesperada y ahora es la filosofía de vida de muchas personas (incluyéndome), muestra de que el Secreto de la vida está en el pensamiento.

La mente es el gran enigma de muchos científicos, para el ser común no le resulta sino una parte del cuerpo que se encarga de los pensamientos, de la creación, la imaginación o razonamiento; ahora las nuevas tendencias dictan que la mente es la encargada de emitir señales al universo, cual antena emisora de señales sensoriales, definiendo nuestro día a día, ese es el secreto de El Secreto, publicación que lleva millones de seguidores desde su impresión o edición en video; es increíble la forma en cómo la ley de la atracción cambia la vida de una persona, los pensamientos se vuelven más ligeros y el agradecimiento por peticiones resueltas es cada vez mayor.


No se considera un libro de autoayuda, tampoco un culto de wicca, es sólo cuestión de pensar, y pensar lo qué pensar, si queremos un puesto de estacionamiento, lo podemos conseguir, pasar desapercibidos por la inseguridad, bueno en Venezuela aun eso está a prueba, lo verdaderamente cierto es que se percibe una sensación de tranquilidad, ayuda a bajar los niveles de estrés y distrae la mente de manera sana, el secreto está develado déjalo llegar a ti y verás tus pensamiento materializarse cada segundo.

Una línea muy fácil de cruzar.

Lo genial y lo estúpido.

Muchas veces, en nuestro andar por este largo camino que resulta el día a día, nos enfrentamos con genialidades sencillas que nos aceleran el pálpito de nuestro corazón y nos hacen sentir una gran envidia al reconocer que otra persona fue quien creó o tuvo esa idea, aunque en otras ocasiones nos topamos con ideas que resultan una burla a nuestro nivel intelectual, dejando en duda el grado de conocimiento manejado por personas que se dedican o tienen el oficio de crear.

Lo genial es encontrarse con creaciones que van en contra de lo correcto; en esta carrera (La publicitaria) observamos muchas campañas de oficio, esas que nos muestran lo que ya imaginamos, nos resultan predecibles cuando nos muestran situaciones relacionadas al producto. Ejemplo de ello puede ser el típico anuncio de bebidas alcohólicas que es igual a una mujer en traje de baño en la playa a altas temperaturas.

Las ideas de oficio no lo deben ser todo, no nos debe bastar con ello, debemos querer más, para conseguirlo hace falta pelear, discutir, negarse, rechazar lo que sólo es correcto; quizá el secreto del mundo creativo está en decir que NO a las primeras ideas, las ideas NO innovadoras esas que son llamadas de oficio. Cuando somos especialistas en manejo de ideas de oficio, caemos en lo estúpido, lo repetitivo, lo cliché, es entonces cuando debemos juzgar Qué hacemos y Cómo lo hacemos considerando nuestra experiencia y re direccionar nuestras fortalezas.

Siempre estará presente la frontera entre lo que resulta genial y lo que resulta estúpido, será nuestro instinto el que nos guíe y muestre el camino que debamos tomar, sólo debemos asegurarnos de romper esquemas, abandonar paradigmas y establecer un nuevo punto de partida cada vez que aceptemos el reto de crear.

La buena publicidad se entiende por sí sola

Cuando una idea se presenta, debe ser entendida perfectamente por el consumidor al que va dirigido. No debe precisar un manual de instrucciones, cuando necesita demasiadas explicaciones, entonces no cumple con su objetivo.

Al observar un anuncio, los consumidores, no tendrán a su lado al ejecutivo de cuentas o al creativo para que le explique las intenciones del anuncio, dejando claro la reiterada afirmación de que la publicidad no se emite con un manual que la explica, ella debe entenderse por sí misma. Por tal motivo, cuando presentemos una idea a uno de nuestros clientes debemos ir al grano, olvidar los rollos confusos causados por las excesivas explicaciones, recordando que las buenas ideas muchas veces son frágiles y pueden perder su significado por complementos inadecuados.

Las ideas claras saltan a la vista y se explican por si solas, muchas veces olvidamos que la sencillez puede lograr grandes resultados y terminamos abarrotando de acotaciones nuestras humildes genialidades creativas, la temática que se exponga no debe ameritar un mapa de explicaciones, de lo contrario, estaríamos andando por el camino equivocado.

Lecturas de media noche

Cierta noche mi mente continuaba dando batalla, mientras mis ojos se rendían ante el cansancio de un día relajado, pero no por ello menos agotador que cualquiera de los demás; ya el reloj de la pc da las once con quince, reflexiono de lo poco que sé y de lo que me falta por aprender, de las metas cumplidas, que estoy cumpliendo y que me faltan por cumplir; detengo mis pensamientos, observo mis libros y escojo uno al azar, entre sus líneas la siguiente reflexión:

“Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo.
Cuando dejé de ser quien era, me encontré a mi misma”
Paulo Coelho, Once Minutos, Pág. 193.


Cuando no tuve nada que perder, lo recibí todo, interesante oración que descubre el ser de una persona poco a poco en su vida, llena de vanidades, fue recopilando experiencias que le permitieran, en algún futuro, realizar una reflexión que en algún momento de la noche un joven redescubriría y considerara como filosofía de vida; verdaderamente ¿Tengo algo que perder?, no se, para ello tendría que hacer un inventario de los valores, conductas y experiencias que han enriquecido mi vida; tal vez cuando realice esa auto compilación logre recibir todo, entretanto, me dispongo a seguir perdiendo lo que tengo con el pasar de los segundos.

Luego le sigue la frase “cuando deje de ser quien era, me encontré a mis misma”, interesante, no se por qué esta oración me recuerda una de las leyes del ser creativo, “cuando no te sientes a gusto con lo que has creado, empieza de cero”, algunas veces debemos olvidarnos de esa frases clichés que nos escriben o escribieron algunos compañeros en el colegio cuando éramos jóvenes “nunca cambies”; pues lo siento, people change o lo que es lo mismo la gente cambia, para bien o para mal; Para olvidar e iniciar, para transmutar lo que nos hizo daño, para todo eso y más, la gente debe cambiar, tal vez al realizar tan radical acto nos demos cuenta de quienes somos o quienes fuimos y así trascender en la vida dejando un antecedente para los que siguen nuestro sendero.

Indiscutiblemente son muchos los textos que hablan de perder para ganar y de cambios o transformaciones, Once Minutos es uno de ellos, que lo hace sutilmente bajo los relatos de una profesional de la “vieja profesión” quien se descubre a sí misma en el arte del sexo, el cual asegura es, el arte de controlar el descontrol. Otra de las tantas paradojas que el autor plasma en sus obras y que por bien por desgracia han fascinado a muchas personas.

jueves, 12 de agosto de 2010

Alza la mano si eres venezolano.


En realidad soy lo verdaderamente venezolano como para hacer ese esfuerzo, resultado del capricho de unos buenos interpretes de música que considero “alternativa” por su mensaje radical, claro y divertido; todo depende del momento y la compañía seguramente de noche y con panas, alzaría la mano e incluso ambas para complacer la exigencia de la frase interpretada, pero en una cola, mientras observo la corrupción de autoridades, falta de funcionamiento de semáforos y esquivando cuanto hueco existe en la vía, creo que no alzaría la mano, creo que ni escucharía la canción, no recordaría mis símbolos patrios, sino todo lo contrario, en vez de un turpial, en ese momento de ira, imaginaría a un cuervo, un araguaney sería cambiado por un sauce llorón, y la bella orquídea por la más común de las cayenas.

No creo que mi grado de sentir nacionalista proyecte externamente, por el simple hecho de alzar la mano, creo que solo cuando nos enfrentamos a situaciones extremas es cuando debemos demostrar cuan venezolanos somos, algo así como demostrar la teoría de los valores propuesta por algún filosofo que alguna vez estudié en clases, pero que olvidé rápidamente, tal vez porque en su momento su nombre no me interesó en lo más mínimo. Veamos:

No me hace menos venezolano querer aprender culturas exteriores, no me parece menos venezolano querer copiarles, aprender otro lenguaje, escuchar otro género musical o descubrir el significado de hechos resultantes durante lapsos de tiempos en otras regiones. Cómo renegar a lo que es tuyo, cómo querer olvidar que eres nativo de una región, todos sabemos lo que tenemos pero nunca lo valoramos tanto como deberíamos; me permito erradicar el pensamiento de que nadie es profeta en su tierra, aunque resulte verdadero debemos eliminarlo de nuestra mente e intentar serlo y demostrar lo contrario.

Cuando respeto la señal de tránsito, me siento venezolano, cuando admiro el amarillo resplandeciente de un araguaney, me siento venezolano, cuando disfruto un maharete, me siento más venezolano de todos, incluso cuando menciono palabras como “mij@”, “coroto”, “conchale” y demás; soy de los que piensa que el sentir venezonalista no está en la falsa re-afirmación del folklore de nuestra tierra que bien sea reconocido como el más amplio del mundo, según yo; sino que va más allá, ser venezolano debe ser un sentimiento, un sentido de pertenencia que poco a poco se ha ido perdiendo, y no precisamente por la transculturización, observen, analicen y actúen en base a comportamientos que desvían la atención de los nuestros, superponiendo culturas externas dentro de la nuestra.

Si algo es mejor… por qué no ser nosotros?
Si alguien es mejor… por que no ser de los nuestros?

zapping en mi mente



Esta historia inicia, presionando el botón mute; es que con el ruido de la televisión no logro concentrarme, me siento un poco distante de ti de tus teclas, de ese sonido que me apasiona cuando presiono tu abecedario, pido disculpas, no es mi intención en esto me he convertido, los cambios no son nada fáciles, este no ha sido la excepción; aunque sabes que te adoro y siempre te he querido, debo admitir que primero fue domingo que lunes y le debo respeto a la caja mágica que me ha acompañado por muchos años en mis tiempos mozos que poco a poco están transcurriendo bajo los efectos de una pantalla que llena al mundo de ilusiones banales que encantan a grandes y chicos.

Tu me llenas de intelectualidad, me hacer sentir como el protagonista, pues debo hacer uso de muchas herramientas y conocimientos para hacer uso de tu cuerpo, por eso te he deseado desde que era pequeño y no fue sino hasta, el supuesto adulto en el que dicen m he convertido, que pude apreciarte; tengamos un affaire secreto, que la hechicera de la máscara de vidrio no se entere de lo nuestro aunque los tres compartamos la misma habitación; yo siempre compartiré mis secretos contigo, con ella, la televisión no ay momento en el que pueda yo conversar, mientras tú, hasta corriges mis errores, que espero cada día sean menores, tú me escuchas y atiendes mis peticiones eso es lo que verdaderamente me atrae a ti.

Pero aunque contigo, no dejo de mirar a la otra, tu rival, ella que desde mi infancia formó parte de mi, la puedo considerar una extensión de mi imaginación porque ya hasta imagina por mí, es muy controladora, a cada instante me está recordando qué debo comprar para ser mejor, su extremo consumismo me agobia aunque en instantes hace que me cargue de las más sinceras emociones, demonios, he compartido mucho tiempo con ella y le debo respeto por eso, hasta mis padres confiaron en ella cuando era pequeño, dejándome observarla largas e interminables horas, incluso más del tiempo que compartía con ellos, por eso la quiero tanto y no podría vivir sin ella, aunque frívola, algunas veces resulta ser la mejor.

No me reclames con rebeldía, sabes que mi conexión contigo es tan grande como la banda ancha que algún día y muchas noches disfruté en la comodidad de mi hogar, y que en estos tristes momentos extraño tanto, ella (la banda ancha) y tú (mi pc) son la mejor combinación que alguien como yo podría desear; entraste a mi vida abruptamente, me tuve que preparar para iniciar toda comunicación contigo, cuando no lográbamos la perfecta interacción entre mis gustos y tus exigencias, venía el profesional a configurar mis faltas y entablar un mejor entendimiento de mi para ti; es por eso que te admiro tanto, porque elevas mis conocimientos me muestras lo que quiero cuando quiero y como quiero, algunas veces tienes tus aires vanidosos pero lo compensas con la información que sólo tu me ofreces, tus avances me sorprenden y perplejo espero admirarlos con el pasar de los tiempos.

¡Venezuela y su caudillismo!


Por: Claudia Tirado y Nelson Hernández

El caudillismo del siglo XIX, según varios autores fue una corriente conformada por hombres quienes dirigieron algún gremio, comunidad o país, mostrando interés por las masas, queridos por muchos, odiados por otros, pues entre sus cualidades resalta aplicar el orden para lograr la unificación de los poderes públicos garantizando el resquebrajamiento de la mal vista anarquía; en nuestra nación ha quedado demostrado que el venezolano necesita mano dura, convirtiéndose en una finalidad que justifica los medios; muchos han sido los caudillistas que ahora son reconocidos por algunos como héroes, quienes han reunido una serie de condiciones que dan peso a tal afirmación, el personaje caudillista o el caudillo maneja un amplio domino del carácter y liderazgo garantizando de tal manera su prolongado o efímero, según sea el caso, éxito al mando.


El General José Antonio Páez, alias el muerto viviente, sumó una serie de cualidades que bien lo asemejan como un perfecto caudillo, era considerado como un hombre sin debilidades e intolerante, según su entorno. Su crianza en los llanos lo formó como caudillo, este hecho le generó un comportamiento digno de un líder regio, dominante y estricto. Páez era la figura de un grupo de alcurnia, conservador y oligárquico que gobernaba para ese entonces el país. Este gobierno abolió las alcabalas que se pagaban para introducir mercancías o productos en las ciudades. Entre 1830-1835 también canceló los impuestos de exportación del café y el cacao. Por su parte Guzmán Blanco, otra reconocida figura caudillista, generó una alianza comercial y financiera junto a grandes capitalistas, organizó la hacienda venezolana ocupándose de la administración, mejorando la infraestructura de varios lugares del país y que aún en nuestra época podemos apreciar, dejando en claro el por qué era conocido como el ilustre americano.

Venezuela una patria que en la actualidad exhala libertad; por sus tierras han pasado varias de las más excéntricas estampas caudillistas quienes han marcado la historia mundial, demostrando que el caudillo tiene poder y dominio; aun así ante los gobiernos a la fuerza, que se personifican mediante supuestos “héroes”, que no son más que sátrapas excusándose de salvarnos de nuestras erradas acciones, el venezolano se ha mantenido en pie de lucha.