todo el mundo me observa...

todo el mundo me observa...
pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

viernes, 18 de marzo de 2011

Recuerdos Para Ser Feliz (quien tenga ganas de leer)

Hoy quiero escribir hasta quedarme dormido… eso no será difícil, mis ojos están cerrándose poco a poco pues están cansado de sostener el llanto que por dentro de mí está desbocado. Nuevamente me invade un sentimiento acogedor, recordándome aquella tarde nublada cuando mi hermanita decidió entrar en la Escuela Básica de las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela, hace ya tres años, allí empezó la mayor de mis tristezas, un sentimiento Agrio y Dulce, pues aunque ya “Fabita Lorita” estaría menos tiempo a mi lado, ella iniciaba su sendero profesional y personal.

No recuerdo el día específico, sólo recuerdo que era un día nublado, habían charcos de lluvia por todos lados, la mayoría de los familiares entregaban a sus vástagos con lagrimas en los ojos, en el ambiente se podía sentir una tristeza como cuando alguien se va para no volver; es un poco dramático, pero el sentimiento es bastante similar, no por nada el profesional de la milicia debe servir a su patria antes que a sus seres queridos, una situación que en mi casa conocemos bien.

Fabita lorita, Fabiolo, fabi, carolina, sindy, o como le quieran decir es la menor de tres hermanos, muchos dicen que ella representa un apéndice de mi papá, “son sus ojos” aseguran familiares y allegados, desde muy pequeña jugó inocentemente a ser militar, se disfrazaba con uniformes de camuflaje, tenía un vestido de marinera y siempre que podía se colocaba las gorras del traje número dos de mi papá, inorando que en el futuro ese sería su destino.

De adolescente construyó una personalidad bastante estable, nadie le puede contradecir palabra alguna, en séptimo grado al salir de una clase de geografía me pidió la ayudara con una investigación de las Tactónicas de Placas, léase Tactónicas, yo sorprendido por tan garrafal error, me atreví a corregirle y ella inamovible mantuvo su posición de que el profesor le dijo que era tal y como ella repetía. Al pasar el tiempo se dio cuenta de su equivocación y entre risas recuerda su traspié estudiantil.

Nunca pudo con los trabajos de castellano, recuerdo que más de una vez le regañe por su falta de empeño para plasmar en letras sus pensamientos, sin embargo era buena para la inducción pre- militar, donde le hizo cambiar, los tacones y el maquillaje por las botas –altamas sea de paso- por el fusil –su terno novio-.

Hoy leí en una revista de psicología que “Recordar buenos momentos del pasado durante veinte minutos al día hará que nos sintamos mas alegres y más felices”. Varias investigaciones han demostrado que, en determinadas condiciones, un pequeño estímulo puede desencadenar una avalancha de buenos recuerdos. Necesito poner en práctica esta teoría porque hoy empieza una cuenta regresiva de tres largos y aburridos meses, que me separan de fabi, otra vez el sentimiento agridulce hace acto de presencia, tal vez sea un egoísta de mi parte querer tenerla cerca la mayoría del tiempo pero es que sin ella las bromas no tienen sentido alguno.

¿Qué pasa cuándo los recuerdos no son tan felices? el día de mi graduación, todos mis familiares estuvieron a mi alrededor; menos la joven cadete de apenas 17 años, quien empezó a formar su carácter profesional, perdiéndose momentos importantes en la vida de quienes más la quieren y que siempre la acompañan. Mientras sus compañeros de clases disfrutaban del logro que significa haberse convertido en bachiller de la república, Fabiola se encontraba en un lugar donde los gritos, insultos y demás malos tratos –justificados- eran la orden del día.

Recuerdo la primera vez que la ví luego de su entrada a la escuela básica, su melena negra estaba reducida a unos escasos centímetros de su cabeza, su tersa piel había cambiado por el stress que significa para cualquiera el cambio tan drástico de entorno, pasó de ser “la hija de papi” a la “maldita aspirante a cadete” ; mientras mis padres ponían en duda el aguante de su hija, yo siempre supe que ella lo lograría, y en caso de que no pudiera, no me importaba, después de todo siempre he sido incondicional ante ella.

Hoy inicia el fin de su etapa como Cadete Naval, con su partida de los límites de la República Bolivariana de Venezuela a bordo del Buque Escuela Simón Bolívar, visitando los puertos de países como: Portugal, Alemania y Rusia. Serán tres meses sin verla, pero lo más difícil es saber que no podré hacerla reír durante ese tiempo, el mismo que duré sin saber de ella cuando inició este camino. Sé reirá con sus amigos pero sé que su risa no será tan particular como cuando está a mi lado. Sin embargo le deseo buen viento en proa para que su viaje sea el mejor y una de las mejores experiencias en su vida.

Muy efectivo es el ejercicio de recordar buenos momentos durante veinte minutos, pero mucho más liberador es escribir relatos sobre nuestro pasado más feliz.

un post tipo EDGAR ALLAN POE

Era una desapacible tarde de febrero. Yo acababa de tomar una desacostumbrada comida suculenta de la cual la apetitosa carne no era la parte menos importante, y estaba acompañado, pero no menos solo que de costumbre, sentado en el comedor, con los pies descalzos acariciando el suelo, y junto a mí una bebida que yo había arrastrado junto a al plato en la cual había algunos requisitos para saciar la sed.

Aquella mañana yo había estado leyendo el periódico. De forma que, lo confieso de buen grado, entre unas cosas y otras me sentía un poco aturdido, pues enterarse de tan malas noticias no es nada fácil de digerir. Me esforcé en aclarar el cerebro mediante frecuentes tragos de limonada y como todos los recursos me fallaron, acudí, no sabiendo ya qué hacer, a un libro que encontré a mano.
Después de haber leído muy atentamente las historias que componían la trama, ataqué con gran resolución su contenido, y luego de leerlo de arriba abajo sin entender ni una sílaba, concebí la posibilidad de que estuviese escrito en chino, y por ello volví a leerlo de cabo a rabo, pero no con resultado más satisfactorio. Estaba a punto de arrojar con repugnancia aquel compendio de páginas que fueron escritos para aquel niño dentro de todos nosotros pero que poco a poco se esconde en nuestro interior, cuando por fin entendí lo que aquél abrumador números de palabras me querían decir.



Lo estrambótico merece respeto, pues es un ángel que para bien o para mal viene a nosotros de vez en cuando para reflejar nuestras estupideces.

Desde pequeño desarrollé el sentido de la audición; alguna vez intenté dominar un instrumento musical pero fue allí que lo mío es ser netamente un espectador.

Estoy viendo la 83 entrega de los premios de la academia Oscar, y hace unos momentos preguntaron ¿cuál es tu canción favorita? Inmediatamente pensé en aquel colorido cangrejo llamado Sebastián buscando convencer a la joven Ariel sobre cuan cómoda y divertida la vida “bajo del mar” es. Sin embargo vino a mi mente sucesivamente la película “fantasía” de Disney junto a toda su banda sonora; ahora las letras de la película Pinocho El Muñeco de Madera no se alejan de mis pensamientos, sólo para darle paso al “Mundo Ideal” de Aladín.

En esta época la mejor canción la ganó “we belong together” de la película toy story 3, sin embargo “yo soy tu amigo fiel” me parece mejor, Fabruyosamente Almost Alice ganó unos cuantos premios, recordándome el Feliz Feliz no Cumpleaños en la fiesta del Té con el Sombrerero loco.

Y así un sin fin de sonidos hacen fila para ser escritos y así hacerme rememorar aquellos buenos momentos que de seguro no volverán.

Noche de reyes o como le quieras decir

La historia inicia en desgracia y la separación de hermanos, entre ellos unos gemelos a quienes el destino les tiene preparado un encuentro digno de una comedia.

Por su parte la doncella (Olivia), interpretada por Helena Boniham Carter que toma la penosa decisión de encerrarse en su mansión tras la muerte de su querido pariente. Sin embargo su tío, un hombre alegre y bullicioso, le prepara un compromiso con un insípido duque. Olivia es adorada por el conde Osino quien busca con desespero una respuesta de amor verdadero y conquistar el corazón de su amada, por tal motivo envía a Cesario, un joven poeta que esconde un curioso secreto y así lograr su tan anhelado fin.

Los enredos no se hacen esperar y la joven Olivia termina enamorada del poeta Cesario quien la rechaza tajantemente, pues alega que su corazón pertenece a otra persona. Al mismo tiempo surgen situaciones adversas que aderezan con humor la historia principal, tal es el caso de lo que ocurre entre los miembros de la servidumbre en la mansión de la doncella, dónde la ama de llaves confabula en contra del mayordomo aliándose con el tío de la joven logrando desquiciar el pretencioso empleado.

La historia se complica tras la llegada de un personaje bastante parecido a Cesario, quien ignorante del todo se topa con la doncella Olivia, ésta desesperada por el tiempo perdido sin sentir amor, decide casarse con quien resulta ser aquel hermano gemelo que Cesario perdió una noche en alta mar. Al enterarse de tal situación el conde Osino se muestra traicionado por el joven poeta pues desconoce la existencia del gemelo.

La gran revelación de la trama queda al descubierto cuando los hermanos gemelos se encuentran frente a frente, Cesario queda al descubierto cuando su hermano anuncia “mis padres tuvieron sólo un hijo, y una hija” es cuando el joven poeta se desenmascara y acepta su verdadera identidad, una mujer profundamente enamorada del conde Osino, quien por situaciones adversas a su voluntad debió ocultar su imagen.

Los triángulos amorosos se resuelven, Cesario –ahora mujer- termina con el conde Osino, Olivia y el hermano gemelo continúan con su matrimonio y el tío borrachón de la doncella se enamora de la ama de llaves.

Cine Clásico Venezolano, Poesía Audiovisual


El pasado viernes 29 de enero en las cómodas instalaciones de la cinemateca nacional del estado Aragua el Coordinador de la Plataforma Audiovisual Raúl Escalona extendió una cordial invitación, al público presente a las proyecciones que se realizan diariamente a partir de las 5:00pm con costos módicos; esto en el marco de la celebración de los 114 años del cine en Venezuela.

Luego de las oportunas palabras de Escalona, se apagaron las luces para dar paso al cine nacional, con la proyección de la película “La Venus de Nácar” dónde se refleja el arraigo cultural de la época, donde se demuestran las habilidades en danza propuestas por los actores; seguida por la poesía audiovisual de “Araya” dirigida por Efraín Gómez, siendo esta la primera película sonora hecha en el país en el año de 1934; elegida por el Fondo Mundial de Cine como una entre las 10 mejores películas, el film muestra cómo era, en aquél entonces, el día a día del nativo de la península perteneciente al estado Sucre, resaltando la sal como sustento y elemento fundamental de la vida en esa localidad “sal y sudor, sudor y sal, hasta el final de los tiempos”, relata la engolada voz del locutor en off, recalcando que “toda vida viene del mar, en estas tierras nada crece”.

Enhorabuena para las personalidades que se dieron vida en la celebración del séptimo arte en nuestro estado y quienes recibieron merecidos reconocimientos por su colaboración en el quehacer del cine, entre ellos el profesor de la Universidad Bicentenaria de Aragua Carlos Delgado, responsable de la cátedra Audiovisual I en la mencionada casa de estudios, del mismo modo se reconoció la labor del señor Enrico Terraín primer cine clubista de Aragua, el cual relató sus inicios con el cine impresionante alemán. La cita se extendió para las 3:00pm cuando proyectarían otro clásico “la balandra Elizabeth” seguida por “taita Bóves” y un cine foro tras la proyección del largometraje “Jericó”. 

viernes, 11 de marzo de 2011




http://www.concursocartasdeamor2011.com/otras/2011/la-otra-tu-y-yo-zapping-en-mi-mente/#comment-3814

Sólo en mi imaginación.

Soy de los que hablan poco, escriben un tanto e imaginan mucho, pues así me criaron, así me formaron. La mayoría de las veces me encuentro rodeado de esas situaciones que ameritan una acción concreta acorde con el acaloramiento de la atmósfera que se vive al momento, sin embargo yo sólo me limito a agitar el puño de la ira en mi imaginación. No se si será eso bueno, pero de momento no me ha resultado ser malo, sin embargo los especialistas del comportamiento humano dicen que reprimir emociones o sentimientos es fatal para la parte tangible del ser.


El hecho es que, siempre existe justo en momentos de rabia, una trivial discrepancia entre lo que yo debo decir o hacer y lo que no tengo el valor de decir o hacer ese dilema me hace sentir cobarde, pero sabio al mismo tiempo, pues el pensamiento visceral me parece un cliché y por ende algo que en mí no va.

Eso me pasa por siempre pensar antes de existir, es por ello que no existo y me la paso pensando. No se cuan perjudicial ha sido canalizar la cólera a través del pensamiento y dejar que lo que tenga que fluir, fluya.

A tí mi amada Eleonora!

No es para menos que te dedico estas líneas, aunque lo he experimentado antes; este momento de soledad que apenas puedo saborear te lo ofrezco con el pasar de los segundos. Cual amor del maestro Edgar Allan Poe, tú eres mi Eleonora. Gracias a la providencia no somos parientes, pues eso en esta sociedad está mal visto.

Recuerdo el día en que te ví por primera vez, fue en un lugar que poco tenía de encantador, sin embargo tú eras la tonalidad diferida en esa aburrida gama de colores. Un mar de personas nos rodeaban, aun así pudimos fijarnos el uno en el otro, pues sabíamos que íbamos contra la corriente tú con tus sueños yo con mis acciones, aquí y allá entre mirada y mirada, el destino nos unió en cuatro paredes junto a varios pupitres.

De a poco nos fuimos conociendo, la distancia se hizo cada vez más corta, en nuestros inicios las palabras eran de rutina, aunque las mías algo temblorosas debo admitir, los días transcurrieron y aunque era mínimo lo que entendía en clases, logré conocerte para luego respirar un poco del aire delirante que causa la dicha de saber que al fin encontré a esa persona que tanto esperaba. Cual animal ansioso por ser domesticado me mostré, esperaba con ansias cada instante para el reencuentro en aquella sombría y nada inspiradora aula de clases, que sólo con tu presencia cambiaba de color.

La belleza de mi Eleonora estaba encerrada en sus aires de ingenuidad, se mostraba como una doncella natural e inocente, como la breve pero constante brisa del mar que va y viene en las costas orientales. Su tono de voz adormecía mis pensamiento dejándolos atónitos pendiente de cada palabra que su boca pronunciaba, su cabello era cambiante de tonalidades castañas, su piel suave y blanca era digna de admiración, su tamaño era el de una pequeña muñequita de porcelana a la que debía proteger.

Debo admitir que soy un ser amante de la soledad, de lo contrario aun podríamos estar compartiendo momentos memorables. Espero tener una segunda existencia en el universo para darme la oportunidad de mantener una relación contigo pero, aun así me permito, en este momento, recordar el sentimiento que antes sentí cuando estabas a mi lado y cada vez que escucho soplar la brisa del mar te pienso, para no dejar en el olvido tan grato momento vivido.