todo el mundo me observa...

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pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

viernes, 5 de agosto de 2016

El storytelling en el marketing



Dice David Gómez: "Cada negocio tiene una historia, cada organización tiene una visión, cada empresario tiene un sueño y cada producto tiene magia. Todos tenemos una historia". Y no hay nada más alejado de la realidad, toda nuestra vida está llena de historias que debemos encontrar.

El Storytelling es el arte de contar historias. Y bajo este principio, ha existido desde el origen de los tiempos del ser humano. Ha sido una forma de expresión y transmisión de ideas con elementos -alterados o no- de la realidad. Ha estado presente en todas las etapas del hombre, desde las pinturas de las cavernas, en las narraciones orales de las culturas indígenas, en los cantos de los juglares y en las historias heroicas de todos los tiempos.
Pero ¿qué ocurrió con la llegada del marketing? Aplicado al marketing, el storytelling es contar una historia relacionada con su compañía, su producto o servicio, que genere una conexión emocional con sus clientes. Porque vivimos en una época donde las marcas están buscando ser más humanas, una dualidad que está cobrando fuerza con el pasar de los segundos. 
¿Por qué contar historias?
Generan confianza – Una historia no sólo cuenta una realidad de manera diferente, además fomenta la empatía entre el usuario y la marca. Da a conocer aspectos desconocidos y genera confianza.
Son fáciles de recordar – Una historia logra plasmar una secuencia y un flujo de hechos, lo que hace que se recuerde fácilmente ¿Acaso no recuerdas la historia de La Sirenita?
Apela al lado emocional – Todos tenemos un corazón. Una historia nos hacen humanos y cercanos. Convierte la imagen fría de una empresa anónima en personas en las cuales se puede confiar.
Por todas estas razones y muchas más, el storytelling se ha convertido en la estrategia predilecta de quienes se dedican al marketing, porque logra conectar los valores de una marca con su público meta, además las historias -bien pensadas- dan sentido a la vida de las personas, un plus que ofrece este proceso creativo.


El personal branding y el retrato profesional


Lo dice Risto Mejide: “haz tu propia marca de tu persona”.  Vivimos en una época donde muchos buscan resaltar, por eso es de gran importancia empezar a proyectar una mejor imagen de quienes somos y qué lugar queremos ocupar en el mundo, aunque seguramente te preguntas ¿Realmente merece la pena gastarse dinero en contratar a un fotógrafo profesional para tener una buena fotografía en redes sociales? Evidentemente la respuesta, en mi opinión es, rotundamente sí.

Desde el punto de vista de la imagen y de la reputación 2.0 de una persona, no solamente es fundamental iniciar por una estrategia de contenidos para posicionarte de manera adecuada, sino que además debes tener una imagen cónsona con la estrategia. Eso no significa que debas pensar en una sesión dentro de un estudio fotográfico con un fondo monocromático, sino más bien, y en mi opinión, una serie de fotos que, de alguna manera reflejen tu personalidad y capacidad profesional.

La fotografía constituye una de las piezas fundamentales en toda estrategia proactiva de personal branding  (marca personal) o corporativa. Para nadie es un secreto que vivimos en un mundo que le da mucha importancia a lo visual y por esta razón, es el retrato, la que en un primer lugar marca el tono de nuestra presencia online y envía un mensaje a nuestro público meta sobre nuestro estilo, nuestros valores y nuestra idiosincrasia.

Consejos útiles para producir tus propios retratos:

1. Presta atención a los detalles
Olvida la obsesión por expresar tu personalidad solo con la cara, recuerda que el cuerpo humano es bello por naturaleza y tiene una gran cantidad de elementos que te pueden dar mucho juego. Un peinado, una pose considerando los ángulos o un simple plano detalle del ojo pueden ofrecer mucha información a la hora de hacer un retrato diferente.

2. simplifica el fondo
Trabaja la profundidad de campo en tus imágenes, un diafragma abierto te ayudará a incluir algún elemento del entorno en la composición sin que te robe el protagonismo, a esto se le llama “aislar al sujeto”. El lado positivo de considerar este consejo es que el cuerpo no se verá superpuesto en el entorno y centrará la atención de quien observa la imagen en ti.

3. Apunta a la mirada
Desde pequeños nos han dicho que “los ojos son el reflejo del alma” y, salvo algunas excepciones, se tiene que intentar que la mirada del modelo sea el punto fuerte de la composición, porque nuestro cerebro buscará establecer conexión a través de los ojos. Por eso, si la mirada del modelo tiene una dirección determinada es muy importante que la respetes e intentes integrarla en la composición.

4. El poder de la sonrisa

Lo importante de estas prácticas es lograr reflejar la personalidad a través de las imágenes, para ello debemos hacer uso de todos los puntos fuertes que nos identifican, luego de la mirada, la sonrisa es fundamental para enganchar a quien observa nuestra imagen. Aunque es cierto que la fotografía de retrato profesional acostumbra a evitar la sonrisa para conseguir imágenes más serias, una sonrisa siempre es contagiosa, además eso le dará mucha fuerza a la fotografía.