Lo dice Risto Mejide: “haz tu propia
marca de tu persona”. Vivimos en una
época donde muchos buscan resaltar, por eso es de gran importancia empezar a
proyectar una mejor imagen de quienes somos y qué lugar queremos ocupar en el
mundo, aunque seguramente te preguntas ¿Realmente merece la pena gastarse
dinero en contratar a un fotógrafo profesional para tener una buena fotografía
en redes sociales? Evidentemente la respuesta, en mi opinión es, rotundamente
sí.
Desde el punto de vista de la imagen y
de la reputación 2.0 de una persona, no solamente es fundamental iniciar por
una estrategia de contenidos para posicionarte de manera adecuada, sino que
además debes tener una imagen cónsona con la estrategia. Eso no significa que
debas pensar en una sesión dentro de un estudio fotográfico con un fondo
monocromático, sino más bien, y en mi opinión, una serie de fotos que, de
alguna manera reflejen tu personalidad y capacidad profesional.
La fotografía constituye una de las
piezas fundamentales en toda estrategia proactiva de personal branding (marca personal) o corporativa. Para nadie es
un secreto que vivimos en un mundo que le da mucha importancia a lo visual y
por esta razón, es el retrato, la que en un primer lugar marca el tono de
nuestra presencia online y envía un mensaje a nuestro público meta sobre
nuestro estilo, nuestros valores y nuestra idiosincrasia.
Consejos útiles para producir tus
propios retratos:
1. Presta atención a los detalles
Olvida la obsesión por expresar tu
personalidad solo con la cara, recuerda que el cuerpo humano es bello por
naturaleza y tiene una gran cantidad de elementos que te pueden dar mucho
juego. Un peinado, una pose considerando los ángulos o un simple plano detalle
del ojo pueden ofrecer mucha información a la hora de hacer un retrato
diferente.
2. simplifica el fondo
Trabaja la profundidad de campo en tus
imágenes, un diafragma abierto te ayudará a incluir algún elemento del entorno
en la composición sin que te robe el protagonismo, a esto se le llama “aislar
al sujeto”. El lado positivo de considerar este consejo es que el cuerpo no se
verá superpuesto en el entorno y centrará la atención de quien observa la
imagen en ti.
3. Apunta a la mirada
Desde pequeños nos han dicho que “los
ojos son el reflejo del alma” y, salvo algunas excepciones, se tiene que
intentar que la mirada del modelo sea el punto fuerte de la composición, porque
nuestro cerebro buscará establecer conexión a través de los ojos. Por eso, si
la mirada del modelo tiene una dirección determinada es muy importante que la
respetes e intentes integrarla en la composición.
4. El poder de la sonrisa
Lo importante de estas prácticas es
lograr reflejar la personalidad a través de las imágenes, para ello debemos
hacer uso de todos los puntos fuertes que nos identifican, luego de la mirada,
la sonrisa es fundamental para enganchar a quien observa nuestra imagen. Aunque
es cierto que la fotografía de retrato profesional acostumbra a evitar la sonrisa
para conseguir imágenes más serias, una sonrisa siempre es contagiosa, además eso
le dará mucha fuerza a la fotografía.
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