Entre nosotros existen algunas
personas que están empeñadas en convencernos de que su relación de pareja es
muy especial, pero por sobre todas las cosas nos quieren convencer que la
nuestra no lo es.
Nuestra pareja no es perfecta
todos los sabemos, incluso nuestra pareja también lo sabe, algunas veces de
alguna u otra forma se lo hacemos saber con palabras tan sutiles como: “¿tú
eres así de tonta o es el tinte de cabello?”
Retomando el tema de aquellos que
alardean de su relación sentimental, son ese tipo de personas que
constantemente hacen uso de frases como: “Es mi otra mitad”, “mi media naranja”,
“mi alma gemela” a estos personajes no les queda mejor otro calificativo que
“ilusos” ¿Quién se creen que son, Romeo y Julieta del siglo XXI?
También son personas que dicen
cosas como: “Nos entendemos con sólo mirarnos” lo siento, pero si mi novia me
mira con ojos de querer acabar con mi existencia, por la burrada que he cometido,
es normal que me le tenga que hablar bajito y no es por aquello tan complicado
de la telepatía, es por un simple instinto de supervivencia.
Pero hay gente mucho peor,
aquellas que dicen: “yo sinceramente, no me imagino con otra persona” ¡FALSOS!
cómo es eso qué no se imaginan con otra persona, ¿De verdad? ¿Con nadie?
¿Nunca? ¿Ni siquiera después de ver una transmisión del carnaval de Río? O
¿Antes? Es absurdo, si estas personas no se imaginan a alguien más es porque
tienen una inmensa falta de imaginación.
La imaginación está para eso, es
la capacidad que tenemos los seres humanos para disfrutar de algo que sabemos
que está mal sin tener la necesidad de hacerlo (Definición no copiada de
Wikipedia) ejemplo: ponerle par de cuernos (bien puestos a tu novia, o novio
–según sea el caso-) o empujar a tu jefe por el balcón de un 7mo piso. En
definitiva, quien no se ha imaginado a su jefe en el piso, rodeado por un
charco de sangre y con las vísceras por fuera definitivamente tiene algo mal en
la mente.
De todas estas frases que dicen esos
seres sin escrúpulos, mi favorita es: “No sólo es mi novia, es que también es
mi amiga” (inserte aquí cara de incomprensión total). No es que yo sea un experto
en eso de las relaciones pero es que existen diferencias culturales e incluso
terminológicas en esa afirmación.
Existen diferencias entre el
noviazgo y la amistad, los amigos no se ven desnudos –por ejemplo- de lo
contrario no es tu amigo, inmediatamente
se convierte en novio, novia, amante o una persona despistada que olvidó
colocar el seguro en la puerta.
Pero detrás de ese tipo de
afirmaciones siempre hay una respuesta
infalible, cuando un alguien se te acerque y pregunte ¿Qué tal te fue con
aquella muchacha? no tengas miedo a responder con alto grado de ironía “Mal, es
una engreída, feminista, mal educada, no paró de hablar de su madre y de su ex,
en resumen la mujer de mi vida”.
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