todo el mundo me observa...

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pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

viernes, 19 de diciembre de 2014

La convergencia entre el periodismo tradicional y el digital.

       


    El Periodismo digital se sostiene de las características que le ha otorgado la Red y por ello se vale de características como la hipertextualidad, la multimedialidad, y la interactividad para lograr un lugar en las masas a través de un proceso que permite una combinación más libre de los contenidos, la ruptura con los flujos tradicionales de la información. Los medios digitales permiten a los usuarios la creación de una cultura propia a partir de la manipulación de objetos culturales.

    Los avances tecnológicos agilizan los procesos que rigen el mundo de la información, desde el origen de la noticia hasta su llegada al ciudadano. Esto ha dado lugar a la simplificación del trabajo y a la unificación de varias funciones en un sólo órgano, con la consecuente desaparición de puestos específicos tradicionales. Por supuesto no es una teoría respaldada por toda la comunidad de la información, en la que divergen otros puntos de vista, pero se hace evidente que los efectos de la convergencia digital dentro del mundo del periodismo y de la comunicación suponen algo más que un mero cambio estructural.

    Es así que algunos especialistas se animan a decir que el periodismo como habitualmente lo conocíamos está condenado a desaparecer. La famosa y mítica primicia ya no vale nada o de muy poco, porque la publicación de un “tubazo” se ha vuelto vertiginosa, además la información está tan alcance de la mano que el objeto del deseo del periodismo, ha perdido casi todo su valor. Con la noticia transformada en una comodidad, el periodismo tradicional pasa por una crisis de identidad, que se acentúa al convivir periodistas de profesión con ciudadanos que aportan información, muchos casos de manera irresponsable, alentados desde los mismos medios para que envíen a través de las nuevas tecnologías, fotografías o filmaciones de acontecimientos que antes sólo eran cubiertos por corresponsales o enviados especiales.

    Ante estos planteamientos también surge la diatriba entre el ejercicio del periodismo por personas capacitadas o por quienes solo tienen acceso a dispositivos móviles con conexión a internet, sin embargo ese es un tema extenso digno de otro ensayo; además existen diferencias entre lo tradicional y lo 2.0 por cuanto el periodismo ya no se interesará tanto por lo que pasó, sino que está pasando y qué se podría haber hecho para evitarlo.
    Es entonces cuando se manejan hipótesis que plantean que el periodista ya no tiene el monopolio de la información y tiende a perder ese lugar especial que tenía en la comunidad, dado que en esta nueva sociedad de redes, cada ciudadano pasa, potencialmente a ser un productor de contenidos y un periodista en potencia, lo que en tiempos modernos se le conoce como un infociudadano. Ya no hay una audiencia indiferente, sino que eventualmente esa audiencia también genera contenidos.

     En este nuevo escenario, es muy que probable que el periodismo tradicional pase por darle profundidad, análisis y también el camino de la investigación a las noticias. Tal vez, estamos en evidencia de la evolución y no de la “rendición” de una profesión, sólo se debe volver a las fuentes y retomar la búsqueda de la trama del revés de los hechos y decirle definitivamente adiós a la sobrevalorada primicia, interconectando textos digitales con múltiples plataformas.

    Pero no basta con publicar en Internet para hacer Periodismo Digital, sino que hay que trasladar los usos y contenidos de la prensa tradicional a Internet. La diferencia de éste tipo de Periodismo es que ya no es unidireccional, las personas ya no van a comprar el periódico y lo leen, sino que leen el periódico digital a través de Internet y pueden opinar a través de herramientas propias de software sociales, interactuando ya no en una sola dirección, dando paso a una relación de reciprocidad entre emidor/receptor.