Debido a los torrenciales aguaceros que dejaron a una parte de Venezuela en la calle, la Asamblea Nacional dio luz verde a la normativa propuesta por el primer mandatario nacional.
Venezuela se inundó de adversidades el pasado mes de diciembre, por ello centenares de familias en todo el país quedaron sin nada y otro tanto quedó en situación de riesgo. Esto llamó la atención del Ejecutivo Nacional quien propuso una ley Habilitante, la tercera en su mandato, otorgándole “poderes especiales” al Presidente de la República, Hugo Chávez permitiéndole legislar en materia de desastres.
La ley habilitante es aquella que pertenece al género constitucional de la delegación legislativa y debe entenderse como, la ley sancionada por la Asamblea Nacional (AN), en las condiciones señaladas por la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que faculta al Presidente de la República para dictar decretos o leyes en las materias que solicite. De este modo la Constitución de 1999 regula las leyes habilitantes en su artículo 203, con el siguiente texto:
“Son leyes habilitantes las sancionadas por la asamblea nacional por las tres quintas partes de sus integrantes. A fin de establecer las directrices, propósitos y marco de las materias que se delegan al presidente o presidenta de la republica con rango y valor de ley; las leyes habilitantes deben fijar plazos para su ejercido”.
Según el artículo 204 de la carta magna de Venezuela la iniciativa de las leyes habilitantes corresponde al poder ejecutivo nacional y para conseguir la aprobación de la propuesta Habilitante, la misma debe pasar por todo el proceso de formación de leyes, el cual consta de una serie de pasos. Uno de ellos, corresponde a la junta directiva de la AN, instancia que deberá determinar si el proyecto que se presenta cumple o no con los requisitos para la presentación de los proyectos de ley, una vez cumplidas las exigencias señaladas en el articulo 145 del Reglamento Interno de la Asamblea Nacional, será distribuido por la secretaría a los asambleístas dentro de los cinco días siguientes a su presentación.
Habilitantes a través del tiempo
Cabe destacar que en Venezuela se han aprobado entre 1961 y 1998 seis leyes habilitantes que dieron origen a 172 decretos con rango y valor de ley. Para ese entonces únicamente en materias económicas y financiera, porque así lo contemplaba la constitución de 1961.
Desde la década de 1990 hasta el presente, se han aprobado tres leyes habilitantes en diversas materias, puesto que la constitución de 1999 permite autorizar al presidente de la república a aplicar medidas en cualquier materia de interés nacional: económica, seguridad y defensa nacional, financiera, institucionalidad, social, entre otras.
El alcance de la ley habilitante
De acuerdo a la previsión contenida en el artículo 203 de la constitución, la ley habilitante, fija las materias sobre las cuales el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela puede dictar decretos. Leyes en las áreas donde el ejecutivo nacional requiera legislar, de acuerdo a la situación de emergencia; sucede pues que el alto mandatario nacional podrá legislar en materia de vivienda y habitad, reordenación territorial, financiera, tributaria, en el ámbito de la seguridad ciudadana, jurídica, entre otras.
Debe señalarse que la ley habilitante busca dictar normas que regulen los modos de proceder de las autoridades públicas o entidades privadas, ante calamidades, emergencias, catástrofes u otros hechos naturales que exijan medidas inmediatas de respuesta y atención para satisfacer las necesidades humanas vitales; dictar medidas que permitan desarrollar de manera equitativa, justa, democrática y participativa los derechos de la familia venezolana para su buen vivir.
Uno de los componentes más importantes es el ámbito de la infraestructura, transporte y servicios públicos donde el presidente podrá dictar o reformar normas que regulen la actuación de los órganos entes del Estado y personas de derecho privado, en la realización de obras de infraestructura tales como urbanismos, servicios, edificaciones educativas y de salud o demás prestación de servicios públicos en general.
Por consiguiente la Presidenta del Paramento Nacional, para ese momento, Diputada Cilia Flores, destacó que “esta ley permitirá al presidente legislar para que los damnificados tengan atención inmediata, que no vuelvan a sitios de riesgo sino a casa dignas que estén ubicadas en sitios urbanizados en los que se tenga vialidad educación y salud”. Así mismo indicó Flores “el propósito de esta ley es dictar medidas inmediatas de respuesta y atención para satisfacer las necesidades humanas vitales”.
Sin embargo para Digna Espinoza Terán, Abogada penalista y docente de la Universidad Bicentenaria de Aragua “la ley habilitante siempre ha existido, en casos de emergencia económica; aunque pienso que la constitución tiene un vacío porque no especifica en qué debe legislar el Presidente” puntualizó.
Polos opuestos a la habilitante
El tema de la ley habilitante ha creado diferencias dentro de las fuerzas opositoras, ejemplo de ello las opiniones del constituyente, Doctor Hernánn Escarrá quien a través de un comunicado de prensa detalló que “para darse la habilitante se requiere un quórum de validez un procedimiento y unas líneas generales muy estrictas, tres condiciones que no se cumplieron”; Planteó que estos puntos sean investigados y denunciados por los actuales diputados. Pues con ello se demuestra “la arteriosclerosis del sistema presidencial venezolano exacerbado en este momento y la decadencia absoluta de las instituciones republicanas entregadas al poder único del señor Chávez” alegó Escarrá.
Así mismo la Especialista en derecho Procesal, actualmente profesora de la Universidad Bicentenaria de Aragua, Doctora María Matos aseveró “la ley habilitante constituye un fraude, porque reforma al orden constitucional significando un desconocimiento a las personas que el 26 de septiembre dijeron que no a la reforma”.
El tiempo continúa su curso, los venezolanos, una vez más, están a la expectativa aunque poco a poco las soluciones a las necesidades de las familias afectadas se han suministrado, sin embargo muchos continúan en refugios provisionales. Aun falta un largo camino por recorrer para que centenares de personas vuelvan a la normalidad; los ciudadanos mantienen la esperanza de vivir en un país pleno, junto a gobernantes responsables que tomen medidas que las circunstancias ameriten, comprometidos a ofrecer soluciones a sus penurias de una manera eficaz y eficiente.
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