todo el mundo me observa...

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pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

viernes, 22 de agosto de 2014

La pirámide de la fotografía perfecta


Desde que inicié el mundo del “dibujar con luz” muchos me han cuestionado cómo lograr una fotografía aceptable, luego de pensarlo e investigar entendí que todo es cuestión de realizar una ecuación sencilla para algunos, compleja para otros, en esta operación influyen tres factores: Velocidad de obturación, Diafragma y el iso; A la hora de ajustar la cantidad de luz que accede a nuestro sensor a través del objetivo estos elementos se conjugan y ofrecen “la imagen perfecta”.

El diafragma: Cuestión de apertura

La apertura del diafragma define el ancho del tubo por el que pasa la luz y se mide mediante una nomenclatura denominada números f. Cuanto más ancho, más luz entra a la vez, y menos tiempo necesitamos que el diafragma esté abierto para conseguir una misma exposición. Sin embargo, al usar una mayor o menor abertura afecta a la profundidad de campo que es esa zona nítida o borrosa que se apreciará posteriormente en nuestras fotos.

La profundidad de campo efectiva dependerá de una combinación de la apertura, la distancia focal que estemos utilizando, y la distancia a la que estemos del objeto que estamos enfocando en la escena.

La velocidad de obturación: un click en cuestión de segundos

Cuando pulsamos el disparador de la cámara, en realidad lo que hacemos es accionar el obturador. El obturador suele ser unas cortinillas situadas delante del negativo, las cuales, al abrirse, dejan pasar la luz que impresionará la película.

Cuando el tiempo de obturación aumenta o disminuye, el tiempo de exposición de la película de imagen aumenta o disminuye de forma similar al ajuste del diafragma, que deja penetrar dos veces más o menos luz con cada graduación.

Para captar con nitidez motivos en movimiento hay que recurrir a una velocidad alta de obturación, que dependerá de factores como la velocidad del objeto y la distancia a la que nos encontremos. Sin embargo el factor que más nos condicionará a la hora de escoger la velocidad de obturación será la luz. En condiciones de luz escasa podemos aprovechar las pausas naturales de los objetos en acción.

La sensibilidad ISO: Intensidad a la orden del día

El ISO es, junto con la apertura del diafragma y el tiempo de exposición, uno de los tres elementos que definen la exposición en tus fotos. La sensibilidad ISO marca la cantidad de luz que necesita nuestra cámara para hacer una fotografía. Este concepto, que viene arrastrado de la fotografía convencional, se mantiene en la fotografía digital, aunque sus fundamentos son algo diferentes.

La mayor calidad de imagen con una cámara digital se obtendrá usándola a su menor sensibilidad ISO equivalente. El uso de sensibilidades ISO mayores se traducirá en un aumento de pixeles distribuidos al azar, principalmente en las zonas de sombra de la imagen.

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