todo el mundo me observa...

todo el mundo me observa...
pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

martes, 10 de enero de 2012

Fuimos

Esto quizas le suene repetitivo... pero no lo es.

En una de esas noches resolví pensar en nuestra realidad; pero más allá de querer pensar en ti, de momento sólo pienso en mí. Ésta es una carta sin remitente, una especie de texto anónimo que busca dejar fluir los sentimientos que alguna vez pude sentir por ti; aunque joven, reconozco que de todo lo que he conocido hasta entonces, el amor es lo más difícil, pues exige tener coraje suficiente para dar pasos por lo que asemeja ser un terreno lleno de picos y valles, llenándome de aires de desdén que toda persona tímida acostumbra a usar cuando no conviene.

Sin embargo me inspecciono y concluyo que soy un afortunado, pues he logrado sentir una emoción temida o adorada por muchos. Pobre de aquellos quienes han perdido el brillo de vivir porque no consiguen ya luchar contra la soledad, acabando –la mayoría de las veces- vaciados en ella, no quiero que el aislamiento emocional me vuelva un juez del mundo, aunque debo reconocer que ahora me obligo a correr ese riesgo, viviendo una vida del yo sin ti, del mi sin tú del yo con yo. Este momento de separación no es más que una parte de nuestras historias juntas, así como el llanto no es más que una parte de la alegría.

Cual animal ansioso por ser domesticado me muestro ante el instante para nuestro reencuentro en aquellas tierras, donde sólo con tu presencia cambian de color. El olor del mar en el viento, y el sabor de sal en mi boca siempre me recordarán tu belleza, la cual está encerrada en tus aires de ingenuidad, mostrándote como la muchacha natural e inocente que eres, algo así como la breve pero constante brisa serena del mar que va y viene en los atardeceres de las costas orientales. Tu tono de voz arrulla mis pensamiento dejándolos atónitos, pendientes de cada palabra que tu boca pronuncia, tu cabello lleno de tonalidades castañas y tu piel suave y blanca son dignos de mi admiración.

Para bien o para mal, soy un amante del más atroz de los venenos -la soledad- quizás haya enloquecido por tal condición, de lo contrario aun podríamos compartir momentos memorables; espero tener una segunda existencia en el universo para darme la oportunidad de soltar mis cinco sentidos y así dejarlos a tu merced, es por eso que me permito en este momento, recordar la pasión que sentía cuando estabas a mi lado, de allí que cada vez que escucho soplar la brisa del mar te pienso, para no dejar en el olvido que nuestros corazones son un misterio y que juntos se mezclan volviéndose uno, resultado de un afecto mayor que resultó de nosotros en algún lugar del tiempo y del espacio.

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