por: Nelson Hernández
La sociología es el estudio de las lógicas internas de la sociedad, esto significa estudiar en la sociedad lo que no es directamente visible; por otro lado nosotros –los seres humanos autónomos y pensantes- entendemos que la realidad social es visible y que resulta ser el punto de partida de toda ciencia, presentando un conglomerado de indicadores que ayudan a entender las realidades de un conjunto de individuos que interactúan entre si compartiendo afinidades y luchando en contra de sus diferencias.
Así, cuando hablamos de estructura social, tomamos las diferencias sociales observables como indicadores de una realidad no directamente visible que nos deduce nuestra capacidad de pensar, a través de la lógica; de allí el punto de partida para indagar dentro de un estudio sociológico de algún tema, en esta oportunidad usemos como ejemplo la religión, cuando se hacen visibles los comportamientos de las prácticas religiosas en las personas, las creencias o cuando analizamos la influencia que ejercen las instituciones religiosas, transformándose en indicadores visibles.
Sin embargo podemos ir más allá y, por ello, estudiar el papel reproductor de la religión en la sociedad, revelando grandes incógnitas como por ejemplo ¿cómo contribuyen las religiones a la reproducción de la sociedad? Aunque visto a través del ángulo de la sociología se plantearía la interrogante de otra manera, buscando estudiar las lógicas internas fundamentales de la sociedad, y todo esto nos lleva –una vez más- a estudiar al hombre como actor, como productor de la sociedad, pues es quien promueve la creación de estructuras dentro una sociedad determinada.
Existe, pues, una resistencia para comprender a primera vista la expresión “producción de la sociedad” termino que hace referencia a las sociedades como frutos de acciones por parte de los actores sociales y que al mismo tiempo, estos actores son condicionados en su producción por el lugar que ocupan en la estructura social y también son transformados por la construcción social que realizan; en esto consiste el aspecto teórico de la construcción social. Aunque en la mayoría –por no decir en todos los casos- el actor social no está conciente de las funciones de su producción.
La sociología es el estudio de las lógicas internas de la sociedad, esto significa estudiar en la sociedad lo que no es directamente visible; por otro lado nosotros –los seres humanos autónomos y pensantes- entendemos que la realidad social es visible y que resulta ser el punto de partida de toda ciencia, presentando un conglomerado de indicadores que ayudan a entender las realidades de un conjunto de individuos que interactúan entre si compartiendo afinidades y luchando en contra de sus diferencias.
Así, cuando hablamos de estructura social, tomamos las diferencias sociales observables como indicadores de una realidad no directamente visible que nos deduce nuestra capacidad de pensar, a través de la lógica; de allí el punto de partida para indagar dentro de un estudio sociológico de algún tema, en esta oportunidad usemos como ejemplo la religión, cuando se hacen visibles los comportamientos de las prácticas religiosas en las personas, las creencias o cuando analizamos la influencia que ejercen las instituciones religiosas, transformándose en indicadores visibles.
Sin embargo podemos ir más allá y, por ello, estudiar el papel reproductor de la religión en la sociedad, revelando grandes incógnitas como por ejemplo ¿cómo contribuyen las religiones a la reproducción de la sociedad? Aunque visto a través del ángulo de la sociología se plantearía la interrogante de otra manera, buscando estudiar las lógicas internas fundamentales de la sociedad, y todo esto nos lleva –una vez más- a estudiar al hombre como actor, como productor de la sociedad, pues es quien promueve la creación de estructuras dentro una sociedad determinada.
Existe, pues, una resistencia para comprender a primera vista la expresión “producción de la sociedad” termino que hace referencia a las sociedades como frutos de acciones por parte de los actores sociales y que al mismo tiempo, estos actores son condicionados en su producción por el lugar que ocupan en la estructura social y también son transformados por la construcción social que realizan; en esto consiste el aspecto teórico de la construcción social. Aunque en la mayoría –por no decir en todos los casos- el actor social no está conciente de las funciones de su producción.
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