todo el mundo me observa...

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pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

miércoles, 24 de marzo de 2010

Vuela como el Viento, lindo Satélite

Antes de terminar el 1er semestre de comunicación social, me estaba aburriendo, como de costumbre en la clase de Problemática Científico Tecnológica, hasta el momento en que la profesora, que no recuerdo su nombre por lo complejo del mismo, lanzó una interrogante…

- ¿Qué ha pasado con el Satélite Simón Bolívar? (Venesat-1)

La pregunta viene al caso debido a las exposiciones, referente al tema, de mis compañeros de clases, quienes hicieron hincapié en el majestuoso artilugio que serviría para aumentar paulatinamente la calidad de vida de los venezolanos, sobre todo la de aquellos que aun viven lejos de los avances tecnológicos y que solo poseen un radio como medio de información.

Como si se tratase del personaje del cuento infantil El Principito, no deje tranquila mi mente y la abarrote de recordatorios para indagar en el tema de nuestro primer Satélite Estacionario; me sumergí, cual niño en juguetería, en el amplio mundo del Internet en búsqueda de respuesta alguna pero todas se contradecían; parecía un panel televisivo convertido en letras, donde personajes del Oficialismo y de la Oposición venezolana se disponían a dar su punto de vista, unos llenando de gloria tan increíble adelanto, otros poniendo en tela de juicio la capacidad de los gobernantes y sus intenciones.

Entre tanto por leer, pude detallar que el venezolano, tiene pocas esperanzas en sus compatriotas, no cree en sus talentos, confía en capacidades extranjeras, pues suponen que son de mejor calidad que los nativos, y eso es muy triste además de denigrante; imagina que tus propios padres o familiares desconfíen de tus habilidades, destrezas o de aquello que solo tú sabes que puedes hacer, sería terrible; pero así el venezolano es, falto de creencias y lleno de inseguridades. Sin ánimos de cuestionar los altos avances tecnológicos que la República China ha alcanzado en los últimos años, he aquí una serie de detalles que han de importar a la hora de tomar la decisión de negociación para tan ambicioso proyecto.

Según el amplio material que se aprecia en Internet destaca el siguiente, y es que gracias a las ventas de dos amplias corporaciones americanas Hughes Electronics Corp. y Boeing Satellite Systems (las cuales fueron multadas con cifras récord en millones de dólares), los chinos pudieron desarrollar en los últimos años la tecnología de lanzamiento, aquella plataforma satelital que normalmente adquieren en EE UU. Como dirían en mi pueblo, a rey muerto, rey puesto.

En octubre de 2006, confiados en su propio sistema, intentaron el primer lanzamiento integral de un cohete y satélite fabricado en China. En medio de una gran fanfarria mediática, similar a la de nuestro país, lanzaron a la órbita geoestacionaria el Sinosat-2 para ampliar la cobertura interna de TV anticipándose a los Juegos Olímpicos. La complicación del satélite inició cuando los paneles solares de energía y la antena no se desplegaron, impidiendo así el óptimo funcionamiento del artilugio, dejando una cuantiosa pérdida, sus restos fueron a ocupar lo que los técnicos llaman el “cementerio orbital”. El gobierno chino intentó ocultar el secreto de su fracaso, pero el espacio está muy poblado y en nuestros tiempos no existen secretos.

Eso no fue todo, el segundo lanzamiento chino con transportador y satélite propio fue en mayo de 2007, según contrato suscrito con el gobierno de Nigeria. Se trataba del Nigcomsat-1, satélite que costó alrededor de los $311 millones. Desde hace algún tiempo se supo que el cuantioso artilugio presentó las mismas fallas del Sinosat-2. Pocas semanas de su lanzamiento se confirmó que el Nigcomsat- 1 reposaba también en el “cementerio orbital”. El récord chino en fracasos de sistemas integrados (lanzador y satélite), era de dos, dos.

A la tercera va la vencida. En su proceso de aprendizaje el tercer experimento integral chino es el de la mundialmente conocida Venezuela Bolivariana. Desde hace algún tiempo se rumora que el “satélite socialista” adolece las mismas fallas del Nigcomsat-1. Una información monitoreada por la BBC de Londres vía Comtext, recogía la información de estas fallas como un hecho, asegurando que los chinos trataban de resolver; Para el prestigio chino sería un colosal revés, sin embargo, Great Wall Industry Corporation de China (GWIC) no ha confirmado ni negado las fallas.

…Y empieza la contradicción.

El experto en satélites Peter C Klanowski, quien tiene mas de 15 años trabajando en el tema satelital y actual encargado del sitio http://www.sat-index.co.uk/ informa que las ultimas noticias relacionadas al Satélite Simón Bolívar (Venesat-1) son totalmente falsas y tendenciosas, ya que de acuerdo con los datos de seguimiento provistos por el Comando Estratégico de EE.UU., Venesat-1, de 27 de mayo de 2009, 1812 UTC era exactamente donde debe estar ubicado, es decir, a los 78 grados oeste con una inclinación de 0,0 a 0,1 grados, un valor normal para un satélite geoestacionario estable.

A partir de esa información, se genera confianza en los que creen que el Venesat-1 tiene un buen funcionamiento, al menos está posicionado, gracias a los datos de seguimiento de los militares estadounidenses, el satélite se encuentra bajo control y tiene por lo menos energía eléctrica disponible, gracias al despliegue de sus paneles solares, porque de lo contrario, estaría fuera de control y la deriva.

Además el experto explica que algunos compararon el Venesat-1 con el satélite nigeriano NigcomSat-1, pero este último ha demostrado dramáticamente lo que sucede cuando un satélite pierde su completa fuente de alimentación: sus baterías en seco en cuestión de horas en lugar de días, y en este caso ni siquiera puede dar los controladores de tierra el tiempo suficiente para desplazar el satélite a la llamada órbita de eliminación.

Sin embargo Klanowski considera que la capacidad de Venesat-1 se ha infrautilizado hasta ahora. Sin tener posibilidad de comprobar esto más que su amplia experiencia. “En cuanto a mi conocimiento no fue previsto utilizar Venesat-1 como un típico satélite de telecomunicaciones, aplicaciones como telemedicina, por ejemplo, no son transmitidos en los estándares tradicionales. Hay otras explicaciones de carácter técnico de la aparente infrautilización: falta de contenido, inexactas cuotas de mercado, la mala gestión, la falta de financiación, para sólo mencionar unos pocos” declaró el experto.

Cabe destacar que Nigeria y Venezuela adquirieron satélites económicos, pero esta no era la razón única de su adquisición. La razón principal es que al parecer China ofrece un paquete completo que comprende no sólo el segmento terrestre, la formación del personal, de satélite y de lanzamiento, sino también los seguros y la financiación a largo plazo a bajas tasas de interés, resultando para bien o para mal, un pequeño paso para los venezolanos pero un gran paso a sus gobernantes.

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