todo el mundo me observa...

todo el mundo me observa...
pero en realidad yo observo a todo el mundo!!!

jueves, 12 de agosto de 2010

Alza la mano si eres venezolano.


En realidad soy lo verdaderamente venezolano como para hacer ese esfuerzo, resultado del capricho de unos buenos interpretes de música que considero “alternativa” por su mensaje radical, claro y divertido; todo depende del momento y la compañía seguramente de noche y con panas, alzaría la mano e incluso ambas para complacer la exigencia de la frase interpretada, pero en una cola, mientras observo la corrupción de autoridades, falta de funcionamiento de semáforos y esquivando cuanto hueco existe en la vía, creo que no alzaría la mano, creo que ni escucharía la canción, no recordaría mis símbolos patrios, sino todo lo contrario, en vez de un turpial, en ese momento de ira, imaginaría a un cuervo, un araguaney sería cambiado por un sauce llorón, y la bella orquídea por la más común de las cayenas.

No creo que mi grado de sentir nacionalista proyecte externamente, por el simple hecho de alzar la mano, creo que solo cuando nos enfrentamos a situaciones extremas es cuando debemos demostrar cuan venezolanos somos, algo así como demostrar la teoría de los valores propuesta por algún filosofo que alguna vez estudié en clases, pero que olvidé rápidamente, tal vez porque en su momento su nombre no me interesó en lo más mínimo. Veamos:

No me hace menos venezolano querer aprender culturas exteriores, no me parece menos venezolano querer copiarles, aprender otro lenguaje, escuchar otro género musical o descubrir el significado de hechos resultantes durante lapsos de tiempos en otras regiones. Cómo renegar a lo que es tuyo, cómo querer olvidar que eres nativo de una región, todos sabemos lo que tenemos pero nunca lo valoramos tanto como deberíamos; me permito erradicar el pensamiento de que nadie es profeta en su tierra, aunque resulte verdadero debemos eliminarlo de nuestra mente e intentar serlo y demostrar lo contrario.

Cuando respeto la señal de tránsito, me siento venezolano, cuando admiro el amarillo resplandeciente de un araguaney, me siento venezolano, cuando disfruto un maharete, me siento más venezolano de todos, incluso cuando menciono palabras como “mij@”, “coroto”, “conchale” y demás; soy de los que piensa que el sentir venezonalista no está en la falsa re-afirmación del folklore de nuestra tierra que bien sea reconocido como el más amplio del mundo, según yo; sino que va más allá, ser venezolano debe ser un sentimiento, un sentido de pertenencia que poco a poco se ha ido perdiendo, y no precisamente por la transculturización, observen, analicen y actúen en base a comportamientos que desvían la atención de los nuestros, superponiendo culturas externas dentro de la nuestra.

Si algo es mejor… por qué no ser nosotros?
Si alguien es mejor… por que no ser de los nuestros?

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