Lejos, muy lejos.

En un lugar donde cada cabeza de verdad es un mundo… donde cada cuerpo es un universo y cada ser es individual; un lugar donde nadie piensa en nadie; todos piensan en únicamente en sus propios intereses sin afectar a los demás pero preocupándose por su carencias. Donde se piense individual, pero se actúe en conjunto; dejando a un lado el influir negativamente sobre seres que solo quieren vivir una vida tranquila en ese lugar dentro de su mente que hacen llamar mundo.

Hemos aprendido la lección?, al parecer no, aun continúan las guerras, el interés de quién tiene mas es cada vez mayor, generando envidia en quienes apenas tienen para comer; muchos se quejan de su estilo de vida, otros se conforman pero pocos actúan para cambiarlo y obtener una mejor calidad de vida sin afectar a los demás sin preocuparse en ¿qué es lo que el otro tiene que a mi me hace falta?; mejor, mucho mejor sería el mundo y mayor mucho mayor el bienestar social.

Por pensar en bienestar olvidamos nuestro ser… sólo por el tener. Nos olvidamos de quienes somos y a qué venimos; para obtener y obtener lo que, en realidad, no nos llena como seres; siempre estaremos a la búsqueda de llenar un vacío emocional que con dinero no alcanzamos cubrir. Podemos opacar la carencia del ser, es cierto, pero momentáneamente, y mas temprano que tarde el dolor, la soledad, la tristeza de no ser nadie por tenerlo todo, nos embarga, pasando factura del olvido en el que fue enviado por querer suprimir su existencia.

La complejidad del ser es muy problemática, está llena de inquietudes y cuestionamientos que aun no han sido resueltos, quienes creen tener la respuesta no son escuchados por quienes la necesitan; pero entre tanto tener perdemos el sentido de humanidad, pobre de aquellos que lo tienen todo, y pobre de aquellos que no tienen nada, pero sobre todo, pobre de quienes se encuentran en el medio de los dos, sirviendo de abogado del diablo compartiendo con unos y alentando a otros para que se superen viendo con tristeza como se odian los que todo lo tienen con los menos favorecidos y sin saber con cual bando jugar.

Ironía del día: gracias por darnos lo que tenemos; pues muchos quieren y no pueden, otros pueden pero no quieren… nosotros que queremos y podemos damos a ti las gracias.