Hoy recordé que me debo a un universo, que debo ir con él no en su contra. Queriendo ir en contra puedo perder mucho. Si tan solo me dejo llevar puedo conseguir todo y más. Es sencillo, dejas que te guíe y debes aceptar lo que te ofrece, te puedes negar pero cuando lo haces debes atenerte a las consecuencias, el destino suele ser caprichoso y hasta nos permite tomar opciones, pero sin importar lo que escojamos él ya sabrá la respuesta, pues está escrito para nosotros.
Una idea que no pude materializar, traerla a este plano que llamo vida; además fueron varias las razones que nublaron ese parecer que deseaba continuar; el impulso que me movía ayer, lentamente fue desapareciendo hasta dejarme inerte. Hoy me permito recordar cual es mi norte en este lugar; debo dejar pasar la euforia de una independencia que se debe lograr mas adelante, “en su momento”, casi por pocos kilómetros, pierdo más tiempo del que he perdido, pierdo las oportunidades que se me han abierto. Es fuerte, solo un golpe hace falta para recordar lo que NO había planeado para mi, una vez más el universo me recuerda lo que deseé en el pasado no es lo que tramaba en el presente por tal razón se perdería mi futuro.
El impacto fue fuerte, pero se veía venir; un comienzo que mostraba sus negativas desde el inicio; un fraude; un pequeño accidente, una desilusión; fueron las señales que debí observar pero que ignoré por completo aún sabiendo que estaban por algo y que debía reaccionar; una vez más “cuando nado contra la corriente me electrocuto”… (Por eso le temo a la electricidad). Es en este momento que recuerdo que uno de mis dones es la intuición; sí, algunas veces me falla pero la mayoría de las veces es asertiva sobre todo cuando le ignoro por completo y así cuando entro en una de retro inspeccionar mis acciones, me ataca la memoria y me dice… “allí estuve y no me observaste… o me observaste pero no me quisiste prestar atención” así es mi instinto, rencoroso, por eso siempre llevamos una pelea, una guerra que solo terminará cuando lo acepte, lo respete y lo aproveche.
Hoy rectifico mi razón de estar en este lugar, llámese “misión a cumplir”, debo finalizar ese circulo profesional que abrí, debo explorar a fondo este lugar, tenerle un sentido de pertenencia, sentirlo “mi lugar” y una vez acostumbrado… dejarlo ir. “dejé mi pecera solo para crecer, pero cuando me quede pequeña, no temeré cambiarla”; este no es el momento; primero debo crecer y luego continuar.
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